Las Organizaciones Empresariales en su condición de agentes sociales, desarrollan como actividad principal la representación y defensa de los intereses de las empresas, así como la interlocución con las Administraciones Públicas y sindicatos. Como complemento a esta función, de un tiempo a esta parte, también han empezado a prestar una serie de servicios adicionales, lo que influye en su fiscalidad, especialmente en tributos como el Impuesto sobre Sociedades y el IVA.